miércoles, 15 de abril de 2009

Los difusores son legales


La FIA da el visto bueno a los difusores dobles

El Tribunal de Apelación de la FIA ha desestimado las protestas del resto de equipos ante la presunta ilegalidad de los difusores. Ya no hay duda: son legales.
Tras ocho largas horas en París, el Tribunal de Apelación y los comisarios han determinado los difusores de Brawn GP como "correctos", al igual que los de Williams y Toyota.

"La razones de esta decisión se sabrán en breve", ha declarado la FIA.

Vía: Thef1

Imagen: motorpasion

jueves, 9 de abril de 2009

Piquet estalla


Para Nelson Piquet, compartir equipo con Fernando Alonso es duro. El compañero del asturiano declaró, en una entrevista publicada en la revista británica 'F1 Racing', que la sensación es parecida a la de que le 'golpeen en la cabeza durante cuatro días con un bate de cricket'.

Sin duda, las declaraciones del piloto brasileño dejan al descubierto su papel de escudero en el conjunto francés. Los celos de compartir equipo con un campeón del mundo superan al brasileño.

A Piquet, su situación en Renault le parece similar a la que vivió Eddie Irvine en Ferrari, donde coincidió con Michael Schumacher, que comparó su estancia en Ferrari con ser golpeado en la cabeza con un bate de crícket durante cuatro días.
Piquet, que vive su segunda temporada en la Fórmula 1, lamenta que Alonso, doble campeón mundial, tenga prioridad en el equipo. "Tengo un compañero de equipo que es bastante fuerte y el equipo mira hacia él. Me gustaría una situación en la que el equipo mirara hacia mí".
El brasileño, de 23 años, se quejó de lo poco que pudo probar su Renault en pretemporada. "Fernando quería probar la mayor cantidad de tiempo y el equipo quería que él probara porque creen que puede evolucionar el coche más rápido".

Piquet Jr también se mostró crítico con el jefe de equipo, el italiano Flavio Briatore, del que dice que no siempre es justo y que no le ha ayudado mucho. "Puede ser realmente duro, uno necesita ser capaz de ignorar las cosas malas, absorber las buenas y juzgarlo todo".

Piquet también lamentó la mala suerte que tuvo en Singapur el año pasado, cuando se estrelló. El ganador allí fue precisamente Alonso. "El equipo llamó a Fernando en el momento justo. Toda la mierda me pasa a mí y él tiene suerte. Como en los tests de pretemporada este año".
El brasileño, que no vivió una buena temporada 2008 y aún no puntuó en las dos carreras de 2009, señaló que Alonso el pasado año siempre tuvo prioridad en la estrategia y "en todo"



El sueño de Hamilton: Ferrari





Según publica La Gazzetta dello Sport, Lewis Hamilton ha llegado ha plantease una posible salida del equipo McLaren después de los conocidos capítulos de espionaje y de las acusaciones de mentiroso tras el incidente en Australia con Jarno Trulli.

Parece ser que el británico no se encuentra a gusto con la situación que atraviesa la escudería en estos momentos. Además de "haber sido invitados" a comparecer delante del Tribunal de Apelación el próximo 29 de abril por incumplimiento del Artículo 151c del Código de la FIA, La Gazzetta dello Sport apunta que Hamilton está recibiendo ofertas de otros equipos.

Y es que la publicación italiana asegura que uno de los sueños de Hamilton sería rodar con Ferrari, pero parece ser que ese sueño va a tener que esperar. Fernando Alonso es la prioridad.

A día de hoy, los internautas italianos prefieren la presencia del español en Ferrari a la del británico, quien se situaría en el último puesto de los cinco candidatos propuestos por la encuesta de la Gazzetta dello Sport.

Aunque no se descarta un dúo Alonso-Hamilton en el equipo 'rosso', el antecedente de esa unión nos alerta de que no es un buen tándem, como ya lo demostraron los resultados en McLaren en la temporada 2007.

Las encuestas sitúan a Fernando Alonso en primer lugar con un 41,5% de los votos, seguido de Robert Kubica (24,6%), Felipe Massa (16,8%), Kimi Raikkonen (8,9%) y Lewis Hamilton (8,2%).

Asi que, por el momento, Alonso tendría las puertas de Ferrari entreabiertas. Al menos, para los aficionados.

Vía: www.thef1.com
Imágen: www.racingpasion.com

Barça 4 - Bayern 0: Comienza la leyenda


Partido de contrastes bajo la lluvia en un Camp Nou hirviente primero y festivo después. Contrastes a priori: El Barcelona llegaba líder en Liga y con toda la artillería en perfecto estado de revista mientras que el Bayern comparecía hecho unos zorros, zarandeado en su campeonato y plagado de bajas en su línea de por sí más débil, la defensa.

Y contrastes, mayores de los esperados, gigantes, abismales, durante 90 minutos que dejaron la eliminatoria decantada y la leyenda del viejo Bayern, del orgulloso Bayern, pisoteada, arrastrada por un estadio que no estará nunca en el santoral del ahora tan herido león germano. En el Camp Nou perdió el partido que nunca debió perder y con él una Copa de Europa ante el Manchester. Y en el Camp Nou se ha dejado casi todas sus opciones en esta Champions, entregando de paso esa imagen ya icónica que le convertía en algo parecido a la última frontera para los equipos españoles: lo ha sufrido el Atlético, el Real Madrid, el Valencia, hasta el Getafe... y el propio Barça que en esta noche ha demostrado que los hechos de la lógica son a veces lo suficientemente tozudos para ir más allá de leyendas y escudos que forman parte del maravilloso ritual del fútbol.

Y estos son los hechos de la lógica: El Barcelona es ahora mismo muy superior al Bayern de Munich, sideralmente superior si a una defensa estructuralmente de mantequilla se le suma una coyuntura que deja fuera a Lucio, Lahm y Van Buyten. Más: Klinsmann cargó sobre lo hombros de Rensing la culpa humillante del 5-1 ante el Wolfsburgo y colocó en la portería al veterano Butt, prácticamente un espectador en las últimas dos temporadas y un portero más famoso en tiempos por marcar en la meta contraria que por su pericia en la propia.

A todo eso se sumó, además, que el planteamiento de Klinsmann, que anunció ofensiva en la previa, fue algo parecido al apocalipsis del buen gusto. Cambió el 4-4-2 por el 4-3-3 sin más función que duplicar el sistema del Barça para tener a un jugador sobre cada rival. Así Ribery se pasó el partido corriendo detrás de Alves, casi nunca al revés. Los jugadores alemanes, para colmo, fueron la viva imagen de la falta de seguridad, de confianza, incluso de fundamentos. Pases horizontales de banda a banda que caían en la red de la presión azulgrana, despejes de Butt a pies de un rival a cuya circulación de seda se respondía con pasividad absoluta, marionetas basculando suplicantes, asustadas. Van Bommel, con una hora por jugar y el partido ya muy cuesta arriba, pedía a su portero que ralentizara los saques, que perdiera tiempo...

Bajo este panorama, la primera parte fue parecida a otras que se han visto en el Camp Nou esta temporada en noches y tardes teóricamente menos insignes. Hubo goleada con repaso, adornada con el lustre de la competición y el nombre del rival pero convertida en pura lógica ante la diferencia en la práctica. Guardiola alineó a todos los cracks y todos respondieron, algunos con algo menos de brillo del habitual (Xavi, Alves); otros, los tres delanteros, muy cerca de su mejor versión. Armado a partir de un bloque defensivo de acero, Márquez y Piqué muy atentos, Touré dominador y Puyol vitamínico como lateral izquierdo, el Barcelona salió a templar, se apoderó del balón, se organizó y fue acelerando poco a poco la circulación y aumentando las revoluciones ofensivas hasta que cada ataque caía sobre el área del Bayern con sonido de tambores de guerra.

En la primera parte, donde se resolvió el partido y probablemente la eliminatoria, Howard Webb fue el que más contribuyó a la hora de frenar la demolición apasionada y precisa que se estaba desarrollando en el césped. En el minuto 18 el Barça ya había marcado dos grandes goles (Messi a pase de Etoo, Etoo a pase de Messi) cuando el argentino, imperial, fue derribado en el área. El árbitro inglés no pitó el penalti, sacó amarilla a Leo y expulsó a Guardiola, que había protestado con una vehemencia hasta ahora desconocida en él. Poco después Henry falló en el área y terminó incrustando los tacos en la cara de Butt en una jugada que pudo ser fortuita pero también pudo ser expulsión. Unas cosas con otras, el partido entró en una dinámica nerviosa y el parón en el juego sedó durante algunos minutos al Barcelona, que frenó tras un primer cuarto de partido literalmente arrollador.

Sin embargo, el Bayern tampoco aprovechó esta circunstancia. No mordió, no quitó el balón, no adelantó líneas y no hizo dudar al Barcelona, al que además dejó reactivarse cuando nadie de su defensa evitó que Messi remachara el 3-0 tras jugada de Henry. Poco después el francés, tras dos fallos claros, marcó con clase el cuarto al borde del descanso e Iniesta perdonó la manita a un Bayern devastado, asustado, acomplejado, apocado y molido camino del vestuario.

Sin noticias del Bayern

Por suerte para el Bayern, la percusión del Barcelona fue mucho menor en la segunda parte, jugada con el nivel de tensión claramente rebajado. El Barça dominó el balón y tocó con menos ritmo, aseguró la posesión para evitar sustos en su portería y, más como resultado de esto que por propios méritos, la defensa alemana pareció por momentos algo más solvente. Digamos que no se asemejó a la de un equipo amateur, poco más. El Barça pareció conformarse, no era para menos, y navegó tranquilo y con sólo una ocasión clara, un disparo cruzado de Messi que salvó Butt, antes de que el Bayern diera su único susto del partido. Ze Roberto encaró a Valdés pero su disparo fue rechazado por un Puyol que jugó a más revoluciones que todos sus rivales...juntos.

Ese pequeño temblor anuló cualquier signo de pereza en un Barcelona que aceleró de nuevo en el último cuarto de hora. Y de nuevo el Bayern se desmoronó a la mínima, su defensa hecha de papel, sus líneas unidas por hilos demasiado finos. Iniesta tomó el mandó de las operaciones y la manita rondó el Camp Nou entre detalles de clase del manchego e incursiones de un Messi fresco, motivado y concentrado todo el partido (la genialidad, por supuesto, se le supone).

En el descanso algunos quizá soñaron con una goleada histórica. Aún más histórica. Pero el Barcelona, aplastante en el primer tiempo y dictatorial en el segundo, amarró un resultado de oro según todos los cánones: muchos goles en su haber, ninguno en contra. Y con el resultado, las sensaciones. Y con éstas, la sumisión de un Bayern cuya resurrección en el Allianz Arena parece, a la vista de esta noche en el Camp Nou, improbable. Sin estilo, sin fuerza, sin orden... incapaz, al menos en este partido de ida, de ser algo más que una marioneta en las manos de este Barcelona que sigue a todo trapo salvando trampas de todo tipo, en cada frente. Las semifinales de la Champions están muy cerca, a una distancia tan escasa como evitar un descalabro de proporciones inabarcables en Munich. Viendo a este Barça y viendo a este Bayern, la misión parece sencilla. Y sencillo debería ser.


Vía: http://www.as.com
Imágen: http://es.uefa.com